jueves, 20 de octubre de 2011

DEMOCRACIA 09-01-1934/JAÉN

BAGATELAS - LA CASTRACIÓN ALEMANA


   No hay acuerdo aun para localizar en el cuerpo humano el valor. Desde luego está descartado que su asiento esté en la parte más noble del ser humano, en la cabeza. Hay que irse por otro lado en su busca y captura. Estas reflexiones me las sugiere una noticia que nos viene de Alemania. Allí, en aquel paraiso fascista que quieren emular las falanges españolas en nuestro país, un tribunal ha condenado a un hombre, por faltas graves a la moral (¿a qué moral?) a la pena de castración. Es decir, que se le suprime aquel órgano "por do más pecado había?

   Pues bien, ¿es el corazón el órgano del valor? ¿Está el valor en los puños? ¿Son los riñones? ¿Es el hígado el que, conjuntamente con la bilis, que tanto nos da que hacer a los socialistas, segrega algo que produce ese otro algo maravilloso que es el valor? ¡Quién lo sabe! Hasta hay quien cree que no existe el valor o por lo menos define el valor como el miedo elevado a la enésima potencia. Esto se explica diciendo que cuando no hay medio de huir de un peligro, cuando la cosa "está negra", cuando Villadiego es imposible, entonces aparece el valor.

   Yo no creo en esta teoría. Si fuera verdad ¿qué hubiera sido de la casta de los guerreros, a quienes durante la ya larga historia de la humanidad siempre, por lo menos se les ha supuesto el valor?

   Pero tenían que ser otros hombres los que vinieran a resolver el problema de la localización material del valor; los dictadores. En España hubo uno que inició su movimiento subversivo diciendo que iba a poner no sé qué órgano sobre la mesa. He aquí el valor. Y desde entonces son muchos los que creen que es en ese órgano donde reside ese algo maravilloso que en último término, impulsa a los hombres a las empresas más atrevidas y  heroicas.

    ¿Por qué no adoptar la castracción como método experimental en aquellos que sientan pujos dictatoriales? Evitariamos las dictaduras y saldríamos de dudas en problema de tal "envergadura".

SIRIO.

1 comentario:

  1. Buenos días, tengo algunos datos sobre el Profesor Esbrí que me gustaría comentar con ustedes. Gracias

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